Entrevistamos a David García García-Blanco, profesor del curso de control motor y ejercicio terapéutico
Hoy entrevistamos a David García García-Blanco, profesor del curso de control motor y ejercicio terapéutico. David quería ser traumatólogo pero la relación con la fisioterapia cuando jugaba al fútbol le cambió los planes. Con David hablamos de la evolución de la fisioterapia, de la osteopatía al trabajo activo, de las creencias a la evidencia científica. ¡Allá vamos!
Hola David, gracias por la entrevista. La primera pregunta es típica: ¿Qué te llevo a ser fisioterapeuta?
Desde bien pequeño tuve claro que me quería dedicar a la salud. Durante años quise estudiar medicina y especializarme en traumatología, pero en mi etapa como futbolista tuve mucho contacto con la fisioterapia, lo que hizo replantearme esa idea.
Cuéntanos tu evolución tanto profesional como académica en fisioterapia.
Creo que ambas van de la mano. Yo terminé la carrera hace ya más de tres lustros así que la fisioterapia ha evolucionado bastante desde entonces. Como casi todos en aquella época empecé con formación osteopática. Luego diferentes metodologías en terapia manual y progresivamente, tanto a nivel académico como profesional, muy ligado al ejercicio terapéutico. Llevo más de una década trabajando con deportistas en mi día a día, por lo que el ejercicio ha sido innegociable con ellos en los periodos de recuperación (el RTP actual).
La terapia manual es útil a corto plazo, el ejercicio terapéutico a medio y largo plazo
Como bien comentas, estás especializado en terapia manual y también en ejercicio terapéutico. ¿Qué es más importante nuestras manos o el ejercicio? Si tuvieras que elegir una, ¿con cuál te quedas?
Es un debate muy actual, principalmente entre los más jóvenes, pero no tiene más recorrido que el que ha tenido siempre: la terapia manual es una herramienta muy útil en el control de los síntomas. El ejercicio es indispensable en el medio y largo plazo. Depende de los pacientes, de sus circunstancias, creencias, preferencias…No creo que debamos elegir entre ambas sino cuando, cómo, con quién y por qué usar una, otra o ambas.
Nos vamos a centrar en el ejercicio terápeutico, ¿por qué crees que se ha puesto en valor el ejercicio terápeutico?
La explosión de la fisioterapia en la última década ha sido increíble. El acceso a doctorados, capacidad de publicar, etc ha conseguido que empecemos a desterrar mitos y creencias y a empezar a separar el grano de la paja. Ahí es donde hemos encontrado que el ejercicio terapéutico, el trabajo activo de l@s pacientes, generan mayores cambios (mecanotransducción, neuroplasticidad, etc.) que el pasivo de camilla. Para mí esa ha sido la clave.
El trabajo activo de los pacientes generan mayores cambios
En la actualidad, se nos llena la boca con la evidencia cientifica en fisioterapia, hablanos un poco más como esta el ejercicio terapeutico en el aspecto científico
La búsqueda de la evidencia tiene que ser el patrón de trabajo de la fisioterapia, pero no su obsesión. Los recursos son limitados y todavía a día de hoy nos movemos en un terreno de incertidumbre gigante. Ahí es donde el ejercicio está por delante. Las pruebas funcionales, escalas de valoración, etc reducen esa incertidumbre y el ejercicio es el tratamiento con menor número de contraindicaciones. Lo difícil, como pasa siempre, es saber qué, cuánto, cuando y cómo ejecutarlo.
Por último, en enero impartirás el curso de ejercicio terápeutico y control motor. ¿Qué destacarías del curso?
Principalmente que hemos logrado hacer una síntesis muy interesante de como valorar a los pacientes poniendo el foco en el movimiento y la función y a partir de ahí, ser capaces de establecer “recetas” personalizadas basadas en el ejercicio para restaurar esa función alterada, entendiendo las claves de la misma: control neuromuscular, inestabilidad, movilidad, rigidez relativa, fuerza, resistencia…
Te puede interesar el curso…
Curso de Control Motor y Ejercicio Terapéutico