Entrevista a Jacobo Alvira
Nos complace ofreceros la entrevista a Jacobo Alvira Lechuz, fisioterapeuta y osteópata zaragozano. Jacobo es una persona apasionada de la fisioterapia desde que vio la labor de «aquella persona que entraba a la pista de baloncesto cuando los jugadores recibían golpes«. Es una persona innovadora y activa, fue el impulsor del primer máster universitario de osteopatía en España, en su Zaragoza natal. Clínico, docente e investigador, nos da los detalles de su reciente artículo sobre las cicatrices postquirúrgicas.
Nuestra primera pregunta se la hacemos a todos nuestros profesores. ¿Qué te llevó a ser fisioterapeuta?
A mí me gustaba practicar el baloncesto de forma amateur y veía los partidos en la televisión. Todo empezó viendo un encuentro de baloncesto de la selección española cuyo entrenador nacional era Antonio Díaz Miguel. No recuerdo el contrincante, pero sí me acuerdo de una figura del equipo que aparecía cuando recibían golpes los jugadores o en los tiempos muertos repartía toallas, agua o el frío para las contusiones. Yo no sabía que esa persona era un fisioterapeuta, aunque en aquella época quien ejercía como tal no lo era, sino un masajista.
Desde entonces sentí curiosidad por la profesión y quise realizar las funciones que realmente hacía un fisioterapeuta. Hoy en día hemos avanzado mucho. Esa persona en la mayoría de los deportes, está presente en la fisioterapia cuya profesión está muy reconocida, aunque todavía nos queda un largo camino por recorrer.
Todo empezó viendo un encuentro de baloncesto
Cuéntanos un poco tu trayectoria profesional y académica.
Estudié la formación en Fisioterapia en la Universidad de Zaragoza, en lo que era la Escuela de Fisioterapia y Enfermería, actualmente Facultad de Ciencias de la Salud. Tuve la suerte de trabajar nada más acabar mis estudios universitarios en el Hospital Marqués de Valdecilla (Santander) realizando una sustitución durante 3 meses. Al volver a mi ciudad me ofrecieron ser fisioterapeuta en el equipo de baloncesto femenino Banco Zaragozano (División de Honor) a la vez que lo compaginaba con Mutua Asepeyo.
Introduje la osteopatía en la Universidad de Zaragoza, siendo el primer Máster Universitario en Fisioterapia Osteopática de España
Realicé diversas formaciones en Movilización de Columna basada en la Terapia Manual. Seguidamente me matriculé en los estudios de Osteopatía que fue lo que realmente me hizo cambiar la visión de los tratamientos frente al paciente. Cuando terminé introduje la formación osteopática en la Universidad de Zaragoza, siendo el primer Máster en Fisioterapia Osteopática Estructural de España a través de una Universidad. Toda mi trayectoria importante, en cuanto a formación se refiere, ha sido desde un punto de vista global, como es SGA, RPG, Miofascial etc. Actualmente sigo trabajando como fisioterapeuta en Mutua Asepeyo donde además recibo estudiantes de Grado de Fisioterapia haciendo las funciones de Profesor Asociado y por las tardes en mi propia consulta.
Como profesor de universidad, ¿Cómo ves el cambio a grado? ¿Estamos formando fisioterapeutas más preocupados en la clínica o en la investigación?
El realizar un año más de formación pienso que es beneficioso para los nuevos estudiantes. Se iguala a otras “carreras” como antiguamente se denominaban. Además sirve para poder acceder, como en otros grados, con los pasos consiguientes, a poder doctorarse y dedicarse a la docencia en la Universidad. Cuando yo estudiaba fisioterapia los profesores eran médicos y creo que eso no es beneficioso sobre todo en aquellas asignaturas que son propias de nuestra profesión y que por lo tanto sólo podemos conocer nosotros. Actualmente en 4º curso deben presentar un Trabajo de Final de Grado que les supone un estudio de investigación. Esto implica el conocimiento de ambas vertientes, es decir, la clínica y la investigadora.
Solamente tratando las cicatrices de los portales de la cirugía, la rodilla recupera el arco de recorrido en Flx-Ext
Hablando de investigación; el pasado año publicaste el artículo “tratamiento de cicatriz en una artroscopia de rodilla en la revista “Journal of Bodywork and Movement Therapies”. ¿Cuéntanos de qué trata el artículo?
Básicamente en el artículo se presenta el caso de un paciente intervenido de C.A.R. con patología meniscal y cómo solamente tratando las cicatrices de los portales de la cirugía, la rodilla recupera el arco de recorrido en Flx-Ext, movilidad rotuliana, disminución del dolor medido con la EVA y además con una prueba llamada sonoelastografía con la que se presentan unas imágenes en las que se pone en evidencia científica que el tejido fibroso cicatricial interno cambia con respecto al comienzo del tratamiento y al final.
¿Cómo fue tu experiencia investigadora?
Ya tenía algo de experiencia en investigación en algún trabajo que he tenido que presentar al finalizar alguna formación; pero quizás ésta ha sido mucho más exigente. Entre otras cosas, porque todo lo que he leído ha sido en inglés y soy de la vieja escuela, yo estudié francés. Éramos un mini equipo, no como cuando leía artículos en los que había muchas personas que participaban y colaboraban. Eso hizo también que el estudio fuera de un solo caso y no participaran más pacientes en el muestreo. Me ha supuesto mucho tiempo de estudio y dedicación combinándolo con el trabajo habitual y mi familia.
La investigación me ha supuesto mucho tiempo de estudio y dedicación combinándolo con el trabajo habitual y mi familia
Llegamos casi al final. Esta pregunta la hacemos siempre, en nuestra fisioterapia actual siempre está en boca el intrusismo. ¿Qué opinión tienes sobre este tema tan popular entre los fisioterapeutas? Por otro lado, recientemente salía un artículo en prensa donde se refleja la situación precaria de muchos fisioterapeutas. ¿Qué es peor el intrusismo o nuestra propia guerra?
No creo que sean temas a elegir si es mejor o peor. Evidentemente ninguno de los dos problemas me gusta y reconozco que están muy presentes en la fisioterapia actual. La cuestión es saber o darle solución a ambos conflictos. No se me ocurre qué contestar. Simplemente veo que hay un compendio de situaciones que se dan conjuntamente para que ocurra esta problemática. Hay quien se queja del amplio número de facultades donde se puede estudiar Fisioterapia, entre privadas y públicas. La imposibilidad de intervenir por parte de los Colegios, la inexistencia de convenios colectivos exclusivo de Fisioterapia.
Es difícil, incluso para los médicos, que es un colectivo mucho más fuerte que el nuestro. También se quejan de lo mal pagados que están por las aseguradoras médicas privadas.
Quizás se deberían realizar campañas de concienciación y conocimiento de ambos problemas dirigidas hacia las personas que hacen uso de ese tipo de sanidad privada.
Las cicatrices postquirúrgicas son una disfunción y como tal deben ser tratadas
Para terminar, en octubre estarás en Psoas Formación con el curso tratamiento de las cicatrices: evidencia científica. ¿Podrías contarles a nuestros lectores de qué trata el taller y que se va a aprender?
Pienso que hay que entender que las cicatrices postquirúrgicas son, como se dice en terapia manual, una disfunción y que como tal deben ser tratadas. Eso ya sé que no es ninguna novedad, pero hay que ver como repercuten éstas en el organismo, como nuestro cuerpo necesita adaptarse de forma continua a lo largo del tiempo. Cuando tratamos una cicatriz no sólo hay que hacerlo de forma local, sino que se debe hacer incluso a distancia porque hay estructuras que se verán afectadas. Cuando se habla de adaptación e implicación se debe pensar en diferentes sistemas y aparatos y no sólo el locomotor. Aprenderemos a explorar las cicatrices y cómo pueden ser tratadas con terapia manual incluyendo otras técnicas a la vez.
Por último el 27 de octubre tendremos la oportunidad de contar con Jacobo Alvira. Jacobo ofrecerá un curso de tratamiento cicatrices en base a la evidencia científica existente. En el curso aprenderás la globalidad y relación de la cicatriz en el organismo y las técnicas a aplicar. Más información sobre el curso de cicatrices.